5G, la nueva revolución en velocidad de conexión

Escrito por Gacelaweb1 en enero 30, 2019. Publicado en Actualidad, Blog.

Aún consideramos, en algunas ocasiones, el 4G como una innovación tecnológica a tener en cuenta en la compra de un móvil. Sin embargo, mientras que el usuario vive inmerso en la era del 4G los expertos ya hablan de la integración del 5G, una nueva generación que, se prevé que aterrice en nuestro país en el 2020.

Esta nueva tecnología, según las previsiones, permitirá aumentar de manera astronómica la velocidad de conexión de los usuarios a Internet. Sin embargo, su introducción convivirá, durante algunos años, con la actual 4G.

Aunque los estándares del 5G ya están aprobados, son muchas las incógnitas que circulan alrededor de este nuevo modo de conectividad. Por ello, las características definitivas de esta revolucionaria tecnología aun no se pueden saber de manera certera.

Sin embargo, ya se están haciendo algunas previsiones sobre lo que ofertará. Según los expertos, el 5G ofrecerá una velocidad hasta 100 veces mayor que su predecesor, alcanzando los 10Gbps o más, lo que permitirá la descarga de contenido audiovisual en full HD en cuestión de escasos segundos. Además, se reducirá el periodo de latencia a 1ms, equiparable a la ofrecida por la fibra óptica y logrará la casi inmediatez de la conexión. Así mismo, uno de los puntos fuertes de esta tecnología es la conexión múltiple de dispositivos dotándolos de una mayor cobertura, duración de la batería y reducción de la energía hasta en un 90%.

Historia del 5G

Para conocer mejor este desarrollo tecnológico, es necesario hacer un breve recorrido por sus antecedentes históricos.

En los años 70, se contaba ya con lo que sería el germen de esta tecnología: el 1G. Este tipo de conexión estaba compuesta por un conjunto de células conectadas entre sí que permitían a los usuarios comunicarse solo si se encontraban dentro de la zona de cobertura. A este tipo de conexión debemos que el teléfono móvil sea conocido en algunos países como “celular”. El 1G utilizaba una tecnología analógica únicamente útil para realizar llamadas de voz. La calidad de sonido era ínfima y la batería no superaba las 8 horas si el teléfono estaba en modo stand by.

Los años 90 trajeron consigo la segunda generación, denominada 2G, y con ella varias ventajas, pues las redes se empiezan a basar en un protocolo estándar conocido como GSM. Con este nuevo proceso la conexión pasa de ser analógica a ser digital, esto permite que los teléfonos reduzcan su tamaño y que aparezcan los primeros móviles de prepago y los mensajes de texto o SMS, toda una revolución para la comunicación de esa época.

La evolución tecnológica siguió su curso y, años después, nació el 3G. Con esta nueva conexión surge la posibilidad de navegar por internet a través del dispositivo móvil. Esta nueva funcionalidad supone un antes y un después en el desarrollo de las conexiones y los usos que venían dándose en los teléfonos móviles. Es, precisamente gracias a este desarrollo, cuando surgen los smartphones y los usuarios pueden acceder a versiones completas de los sitios web a través de su móvil. Además, el 3G nos proporcionó otras ventajas como una mayor velocidad de conexión, una banda ancha más amplia y seguridad, gracias a que se acredita la red a la que se está conectando.

Las posibilidades que abría el 3G pronto superaron a la velocidad de transmisión que proporcionaba. De ahí surgió, en 2009, el 4G, predominante en la actualidad en casi todos los dispositivos móviles del mundo. Se la conoce como conectividad Long-Term Evolution (LTE) y alcanza velocidades de hasta 100Mbps.

¿Qué supondrá el 5G en nuestra vida diaria?

Tras el 4G las necesidades han ido aumentando sobre todo en cuanto a la aplicación de Internet a objetos más allá de los dispositivos móviles o los ordenadores. El mundo tecnológico sigue avanzando a pasos agigantados y cada vez encontramos más elementos con capacidad de conexión a la red. Se prevé que, dentro de un par de años, existan más de 16 millones de dispositivos conectados.

Una de las aplicaciones que tendrá este 5G es el desarrollo de sistemas que permitan algunos avances como la conducción de coches autónomos con menor margen de error, la irrupción de la domótica en los electrodomésticos y otros ámbitos como la realidad virtual o la inteligencia artificial.

Por lo tanto, el 5G se presenta como la revolución tecnológica con la se mejorará, no solo la experiencia del usuario durante la navegación, sino también su modo de vida. Se trata de un nuevo paradigma donde toma relevancia el llamado “Internet de las cosas”. Todo y todos estaremos conectados de manera instantánea.

Una implementación no tan fácil.

Un futuro tan tecnológico hace necesario estos cambios, pero también genera ciertas incertidumbres y problemas que puede conllevar su implantación, al menos en nuestro país.

El desembarco inmediato del 5G presenta una pega principal, requiere utilizar una frecuencia mayor, que alcanzaría entre los 6 y 100GHz a fin de poder soportar tal magnitud de velocidad.

Por tanto, el Ministerio de Economía y Empresa publicó una hoja de ruta para la autorización de frecuencias de 700MHz que permitirán la futura conectividad 5G de la actual TDT.

Esto supondría una utilización de banda menor por parte de las cadenas televisivas que, no sólo deberán hacer un gran desembolso para el cambio de infraestructuras, sino que, además, deberán pujar por ocupar dicho ancho de banda.

En el ámbito de salud, aunque todavía existe cierta controversia al respecto, algunos expertos aseguran que la llegada del 5G aumentará la exposición del ser humana a la radiación inalámbrica aumentando la aparición de ciertas patologías. La llegada del 5G supone el establecimiento de small cells, pequeñas antenas conectadas unas con otras utilizadas para lograr una mayor cobertura y velocidad, por las que los usuarios estarán en continua exposición a este tipo de radiaciones. De confirmarse la afectación en la salud humana de este tipo de radiaciones, también se verían implicados el resto de factores naturales.

Es de esperar que, en cuanto a diseño, los móviles también sufran modificaciones ya que necesitarán más energía para su correcto funcionamiento. Esto traerá, como consecuencia, la utilización de baterías más grandes que no reduzcan la autonomía del dispositivo. Por tanto, la tendencia de diseño de móviles cada vez más finos y ligeros se verá mermada “a priori” por este tipo de requerimientos.

Pese a estos problemas, el 5G sigue siendo un desarrollo tecnológico esperado y ansiado tanto por empresas como por usuarios. Aunque su implementación en nuestro país no tiene fecha exacta, el Plan Nacional de 5G publicado por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital para favorecer el desarrollo de esta tecnología en España estipula que se comercializará en el año 2020.

No obstante, algunas grandes empresas tecnológicas ya comenzaron el año pasado sus proyectos piloto. Nos situamos por lo tanto en una época crucial, dentro de pocos meses la tecnología se instalará de lleno en nuestra vida.