Reputación de dominio. Evita caer en el spam
Uno de los mayores miedos de cualquier usuario es que su dominio se catalogue como malicioso o poco confiable. O en otras palabras, que pueda ser detectado como SPAM e incluido en una blacklist. ¿Qué se puede hacer para cuidar la reputación de dominio y evitar caer en el SPAM?
Si bien las buenas prácticas en torno al marketing digital dificultan que esto suceda, es algo que puede ocurrir y que es recomendable conocer tanto su origen como su solución. A lo largo del siguiente artículo veremos algunas claves para cuidar te desgranamos las claves para detectar este problema y, sobre todo, cómo evitar quedar atrapado en las blacklists.
1. ¿Qué es un dominio?
Entendido como el nombre único de un sitio web, se podría explicar como la dirección física de este en la red para que cualquiera pueda visitarlo y sea fácil de encontrar y acceder sin necesidad de recordar su dirección IP, pues el nombre de una web es mucho menos complejo de recordar que una cadena numérica.
En la mayoría de los casos en el dominio se aprecian dos partes diferenciadas: el nombre de dominio y su extensión. El nombre es el que identifica a la empresa, marca, persona u organización. La extensión, por su parte, es lo que aparece inmediatamente después del nombre, por ejemplo: .com, .es, .org, etc. Gracias a la extensión se especifica el modelo de entidad que opera bajo ese dominio o el rango geográfico en el que se encuentra (.es se refiere a España, .co.uk a Reino Unido, etc.).
En general, un dominio no puede superar los 67 caracteres, incluyendo la extensión, por tanto, es necesario ser cuidadosos con el nombre que se registra al contratar un dominio.
Pero ¿por qué es importante tener un dominio propio?
Además del prestigio que pueda otorgar y la imagen positiva que genere que si mismo tener un dominio propio genera las siguientes ventajas:
• Una mayor facilidad para los usuarios a la hora de recordarlo.
• Colabora positivamente con el posicionamiento en buscadores.
• Denota más profesionalidad, pues se puede utilizar también una dirección de correo electrónico coporativa como, por ejemplo, info@gacelaweb.com.
• Permite emplear para páginas de error personalizadas, con ello se reducen las salidas del sitio si se da el caso de enlaces rotos u otros errores.
Por estas razones, es importante analizar previamente qué dominio se va a registrar pues este deberá atender a cierta características y recomendaciones como:
• Intentar que sea breve para facilitar su búsqueda.
• Es recomendable eludir similitudes con otros dominios o competidores.
• No usar acentos o letras propias del idioma, como la ‘ñ’, pese a que ya están aceptadas, siguen teniendo sus peculiaridades. Mejor evitarlas, si es posible.
2. ¿Cómo funciona la reputación de dominio?
Ahora que conocemos la definición de dominio, y sus aplicaciones a la hora de crear una web o bien de tener una dirección de correo propia, es necesario destacar otro factor que afecta, de manera directa, a nuestras campañas de marketing digital: la reputación de dominio.
Para determinar este factor, los IPS (Proveedores de Servicio de Internet) valoran, entre otros, el uso que se hace del servicio de correo. Por ello, debemos evitar malas prácticas, como los envíos masivos, que propicien que seamos catalogados como SPAM y, por extensión, dañen la reputación del dominio.
Caer en el SPAM influye en la reputación de dominio, también afecta, de manera directa, en nuestras estrategias de marketing digital, ya que corremos el riesgo de que nuestras campañas vayan directas a la carpeta de no deseados del cliente.
Además, IPS que utilicemos también influirá en dicha reputación ya que, a su vez, cada uno goza de una autoridad de dominio y reputación distintas. Algo muy recurrente es que elijamos una IP compartida con otros clientes del proveedor de servicios, lo que puede llevar a que uno de ellos realice acciones consideradas SPAM y el dominio sea integrado en una blacklist.
Si, con el paso del tiempo, contamos con un dominio de alta reputación, conseguiremos que nuestras campañas de email marketing sean entregadas de manera satisfactoria generando más capacidad de alcance a usuarios y futuros clientes.
3. ¿Qué puede penalizar una mala reputación?
No todos los factores de cálculo de reputación son públicos pues, si así fuera, sería muy fácil obtener una buena autoridad de dominio de manera rápida o saltarse estas comprobaciones para aquellos que realizan malas prácticas de email marketing.
A pesar de esto, y de que cada servicio utilice diferentes criterios para establecer la reputación, existen ciertos factores comunes que nos pueden ayudar a conseguir una mejor fiabilidad.
Evitar los Spam Traps.
Los Spam Traps son correos que se generan para ejercer de detectives ante compañías que agregan a usuarios a listas de distribución sin haberles requerido permiso previamente.
Por ello, algunos proveedores generan este tipo de emails y, en caso de ser agregados ilegítimamente, integran al dominio en blacklists. Estas cuentas no son publicas, por tanto, no deben estar en ninguna lista de distribución de correos.
El mejor consejo para evitar a estos detectives es evitar, por ejemplo, mandar correos en tu lista de distribución a aquellas direcciones que no te han autorizado para ello. Es muy recomendable no comprar listas de contactos, no inventar direcciones genéricas o eliminar los suscriptores inactivos. En definitiva, realizar revisiones de tus listas de distribución y cuidar tu base de datos.
Comportamiento de los usuarios
Este factor no está del todo en nuestras manos, pero está muy vigilado por los servidores. Si los usuarios no abren los mensajes, los clasifican directamente como SPAM o se dan de baja en masa es muy probable que la reputación se vea afectada.
Crea campañas atractivas y cuida la cadencia con la que las envías para no resultar persistente y que los usuarios vean como una novedad tus emails.
Prácticas de envío
Las prácticas que realicemos a la hora de enviar correos o campañas también son supervisadas por el proveedor de servicios. Este podrá medir factores como la relevancia (cuantas personas abren el mensaje), la frecuencia o la cadencia con la que se envían estos correos.
Un envío masivo de correos muy seguidos puede ser un indicador de spam para los servidores y podría ser penalizado. La recomendación es siempre enviar las campañas de manera que se pueda comprobar que hay una organización previa detrás.
Antigüedad
La antigüedad de un dominio (desde la fecha de su registro) resulta muy relevante ya que si un dominio nuevo realiza envíos masivos de correos electrónicos, probablemente, será investigado por spam. Sin embargo, un dominio con años de antigüedad, que ha sabido mantener su reputación y no está categorizado como posible spammer, es más difícil que se encuentre con este problema.
Términos utilizados
En las campañas de email marketing es necesario evitar en la medida de lo posible los denominados SPAM words. Estos términos son comúnmente utilizados por aquellos que realizan malas prácticas y, si las utilizamos en nuestras campañas, podrían generar desconfianza tanto en el proveedor de servicios como en los propios usuarios. Todo esto termina provocando, en multitud de ocasiones, la cancelación de la suscripción a una newsletter.
Algunos ejemplos de SPAM words serían:
- Términos que indican gratuidad o descuentos: “Mejor precio”, “Acceso gratuito” …
- Aquellos que generan sensación de urgencia: “Por tiempo limitado”, “Hazlo ya” …
- Los que sugieren compra directa: “Compra ahora mismo”, “Sigue ya el enlace” …
Mal uso de los registros DKIM, SPF y DMARC
La autentificación del correo electrónico resulta esencial para sumar credibilidad a tus mensajes y que estos se perciban como seguros y fiables. Estos tres registros se ocupan de mantener una lista controlada de servidores autorizados desde los que se envían correos de un determinado dominio, previenen la falsificación mediante firmas en los correos por claves indicadas en estos y la solución a posibles errores de autenticidad.
Un mal uso de éstos, al igual que utilizar posibles enlaces que ya se encuentren categorizados en la lista negra, perjudicará directamente a la tasa de envío y reputación de dominio.
En resumen, cuidar todos estos aspectos garantizará que nuestra reputación de dominio mejore de manera paulatina y que los correos sean dirigidos a la carpeta de entrada del cliente.
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