¿Por qué mis correos llegan como Spam?
Es una preocupación común que los Emails de tu empresa acaben aterrizando en la Bandeja de Spam (correo no deseado) de tu lista de contactos, ya que dificulta la conversación con los leads y potenciales clientes e impacta negativamente en la imagen de la empresa.
Además, desde el punto de vista comercial, es una manera de dejar escapar la oportunidad de adquirir nuevos clientes, generar fidelidad y confianza con ellos y aumentar el volumen de ventas.
A continuación, te dejamos una serie de razones por las que tus correos están aterrizando en la bandeja de correo no deseado:
Porque los filtros antispam están penalizando tus mails:
En primer lugar, es importante conocer la existencia de los filtros de proveedores de correo. El objetivo de estos filtros de antispam es evitar que el correo no deseado llegue a las bandejas de entrada de sus usuarios. Todas las plataformas de correo cuentan con estos filtros y sus criterios para desechar correos a la bandeja de spam varían según proveedores. Las variables antispam no son de conocimiento público, aunque sí sabemos cuáles son algunas que tienen en cuenta.
Para determinar si un Email es Spam o no, los filtros consideran una serie de elementos que debemos cuidar al redactar y diseñar el contenido de nuestros correos para diferenciarnos tanto como sea posible de los patrones del Spam:
- Escribir todas las letras del asunto en mayúscula es uno de los indicadores de que el correo puede ser no deseado. Por ello, es mejor que reserves las mayúsculas únicamente para la primera letra del asunto y los nombres propios.
- Incluir enlaces sospechosos o acortados, que dificulten saber cuál es su página de destino, influye negativamente en nuestros envíos. En este caso, lo ideal es insertar únicamente enlaces fiables y con la URL completa.
- Adjuntar muchas imágenes y muy poco o nada de texto es otra estrategia que los Spammers utilizan habitualmente, ya que los elementos puramente visuales no son datos estructurados y no pueden ser leídos por los filtros de los proveedores de correo. Al no lograr analizar el contenido, los filtros descartan directamente los Emails que solo incluyen imágenes, por lo que es recomendable que siempre haya algún párrafo escrito que acompañe a los recursos gráficos.
- Emplear fuentes de color rojo para intentar llamar la atención no es una buena idea. Tampoco lo es abusar de negritas, cursivas, subrayados o exclamaciones. Es mejor optar por un texto en un formato sencillo y destacar únicamente las palabras esenciales.
- Realizar hash busting tampoco resulta efectivo. “Hash Busting”, consiste en utilizar caracteres especiales innecesarios al escribir un término para intentar engañar a los filtros por palabra. Un ejemplo de esto sería incluir el conjunto de caracteres “W¡nn3r” o “M0n€y” en lugar de “winner” (ganador) y “money” (dinero). Sin duda, esta una característica inconfundible de correos masivos no deseados y penaliza en gran medida la entregabilidad.
- Utilizar frases y términos que comúnmente son empleados por los Spammers como cebo y que se asocian al fraude online es muy poco recomendable. Los filtros detectan y excluyen ganchos como “No pierda esta oportunidad”, “Haga clic aquí” e incluso “Test” en el asunto o el cuerpo el correo. Debemos evitar el lenguaje de venta y promoción agresiva como “Gana dinero extra”, “Regalo especial” o “Comienza gratis ya” y términos que hagan pensar en concursos poco legítimos, como “Felicidades”, “Único ganador” o “Sorteo increíble”. Tampoco se deben escribir, especialmente en el asunto, palabras relacionadas con entidades bancarias o plataformas de pago como “PayPal”, “Visa” o “Banco (Nombre de un Banco)”. Esto, alerta a los filtros de que puede tratarse de un intento de phishing (suplantación de identidad para obtener información sensible de un usuario con fines fraudulentos) y lo enviará directamente a Spam.
Porque no utilizas una dirección de correo con un dominio propio o su creación es muy reciente:
Una vez más, debemos evitar simular el comportamiento de los spammers profesionales. Utilizar una cuenta de correo genérica de Gmail, Yahoo o Hotmail puede ser muy conveniente a título personal, pero desde luego no es lo más recomendable en el ámbito profesional.
El dominio propio aporta una cierta garantía a la legitimidad del correo y nos diferencia de los spammers, que suelen optar por realizar sus envíos masivos desde dominios genéricos y muy recientes. Por ello, si contamos con un dominio propio, pero acabamos de empezar, lo más conveniente es lanzar nuestras campañas de Mailing a partir de los quinces días siguientes a su creación, para que los servidores comprueben que la fecha de registro de nuestro dominio no ha sido inmediata.
Porque a tus contactos no les interesan tus mails:
Otro elemento a considerar para no caer en la Bandeja de Spam es mantener una lista de contactos limpia. ¿Qué significa esto? Consiste en mantener en tus destinatarios únicamente a aquellas personas a las que le interesan tus comunicaciones e interactúan con ellas y, al mismo tiempo, eliminar aquellas direcciones de Email que ya no existan o que sea erróneas. Por ello, es importante estar atentos a la tasa de apertura de los Emails que mandamos, ya que nos permite saber qué contenidos funcionan mejor y qué usuarios quieren recibir activamente los Emails. Por ejemplo, si un contacto ha decidido borrar cuatro veces seguidas uno de nuestros Emails sin abrirlo, lo más probable es que el quinto Email acabe llegando directamente a Spam.
Por esta razón, en este caso, es más interesante dejar de enviarle correos y renovar la lista de contactos, así como dar opciones de suscripción a las newsletters personalizadas para ajustarse a los gustos y necesidades de tus destinatarios.
Sin duda, la mejor estrategia es ofrecer contenido personalizado, relevante y ajustado a los tiempos de los destinatarios. También es una buena idea incluir de manera visible el enlace para darse de baja del envío de boletines para facilitar esta opción y evitar en la medida de lo posible que el destinatario nos marque como Spam.
Por supuesto, una práctica muy penalizada es la de comprar bases de datos a terceros para conseguir direcciones de correo a las que comenzar a mandar mails comerciales y no deberíamos siquiera considerarlo dentro de nuestra estrategia de comunicación.
Porque nuestro patrón de envío no está optimizado:
Otro de los factores que influyen en que nuestro correo acabe en Spam es nuestro patrón de envío. Como recomendación, se debe enviar a un máximo de 100 destinatarios por hora y evitar mandar mails con más de un destinatario por cada correo enviado. Además, hay que intentar que el tiempo de espera entre cada envío supere los 10 segundos.
Para cumplir con estos criterios y ser eficaz en el envío de correo, es recomendable emplear programas de envíos automatizados de boletines, que cumplen por defecto con estos requisitos, lo que evita que nuestras comunicaciones desaparezcan en correo no deseado.
Porque estamos dentro de una lista negra:
En caso de mantener unas buenas prácticas en los Mailings y aun así detectar que nuestros correos acaban en Spam, tendríamos que comprobar que el dominio de nuestra empresa no esté incluido en ninguna blacklist (lista negra). Estas listas las elaboran los propios servidores web con aquellos dominios e IPs que consideran que se dedican al Spam. Es posible que la dirección IP asociada al correo se haya utilizado anteriormente por otra persona o entidad para realizar Spam y que los servidores lo hayan detectado, incluyendo esa IP en sus archivos de filtrado y exclusión. Más tarde, el proveedor de Internet ha podido reasignar esa IP sin verificarla previamente, lo que hace que los mails acaben indefectiblemente en la Bandeja de Spam.
La manera de desaparecer de las blacklists es demostrando a los gestores de las listas que sí que contamos con el permiso de nuestra lista de contactos para enviar comunicaciones y que no nos dedicamos al Spam.
Porque nuestra dirección de correo no está certificada:
Por último, certificar el correo electrónico es otra muy buena idea si queremos que los usuarios reciban nuestras comunicaciones con garantías de entrega.
El certificado SPF (sender policy framework) es un permiso que garantiza que el mail ha sido enviado desde un servidor autorizado para enviar estos correos. Se trata de un archivo registrado en .txt con un formato específico que se comprueba en la plataforma de mail del destinatario. Es muy importante para los dominios propios porque verifica la legitimidad del servidor de salida de emails. Por su parte, la clave DKIM (Domain Keys Identified Mail) permite añadir firmas a los mails autenticado en el sistema de nombres de dominio. La autentificación se lleva a cabo a través de un complejo método criptográfico. Esto facilita que el mensaje pase el filtro de spam de los operadores y es un punto importante para aparecer en la bandeja de entrada principal del mail, pues la información sobre el firmante puede ser utilizada por los proveedores de correo para validar a la fuente de envío como un remitente deseado. También es interesante integrar el estándar DMARC (Domain-based Message Authentication, Reporting & Conformance), que combina y complementa al SPF y al DKIM para combatir el spamming.
Si cumplimos con todos estos criterios, mejoraremos la entregabilidad de nuestros Emails y será más probable que nuestros correos consigan llegar regularmente a la bandeja principal de nuestra lista de contactos, lo que mejorará nuestra comunicación con los clientes y nos permitirá ver mayores resultados en nuestros esfuerzos por convertir a leads en clientes y, estos últimos, en embajadores de nuestra marca.
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